FOSAS NASALES:
La respiración nasal es el elemento básico e indispensable para la vida del ser humano.
La nariz se encuentra en nuestra cara o fascies, y en su interior presenta un tabique medio que la divide en dos fosas nasales.
Así pues, las fosas nasales, tienen dos orificios anteriores que los llamamos vestíbulo nasal, y son los orificios de entrada del aire del exterior o del medio ambiente.
FARINGE:
La faringe es la parte que viene después de la boca. Esta cavidad se comunica con la nariz por dos agujeros, y también con el oído por otros dos conductos (trompas de Eustaquio). También se comunica con el tubo respiratorio (tráquea); pero en el momento de pasar el alimento, este paso se cierra por medio de una válvula, llamada epiglotis, que impide que aquel vaya a parar al tubo respiratorio.
LARINGE:
La laringe es un segmento diferenciado del aparato respiratorio que une la faringe con la tráquea como parte del sistema de conducción respiratoria. Es un órgano cuyas funciones son la fonación, respiración y deglución.
Ocupa la parte media y anterior del cuello por delante de la faringe, por debajo de la lengua y el hueso hioides y por encima de la traquea. Sirve para la protección de las vías respiratorias inferiores.
La laringe es la gran responsable de la emisión de la voz, de que otros oigan tus palabras. Está compuesta por muchas piezas cartilaginosas, y se encuentra entre la raíz de la lengua y la tráquea.
TRÁQUEA:
Bajando por la laringe nos encontramos con la tráquea, un tubo cartilaginoso y membranoso que mide entre 10 y 11 centímetros con un diámetro igual al de tu dedo índice. Sus paredes son bastante resistentes, gracias a los 20 anillos cartilaginosos que posee. Aproximadamente la mitad de la tráquea se encuentra en el cuello y la otra mitad en el tórax. A la altura del esternón -ese hueso en forma de espada que tienes en la mitad de la caja torácica- se divide en dos bronquios, uno derecho y otro izquierdo, que se dirigen hacia los pulmones.
PULMONES:
Estos órganos son los protagonistas del proceso de respiración, sin los cuales nada de esto sería posible. Están protegidos por la caja torácica y juntos forman uno de los órganos mas grandes de todo el cuerpo. Gracias a ellos, podemos destribuir el oxígeno e intercambiar gases con el medio externo, los elementos que forman tus pulmones están fuertemente unidos entre sí y tienen gran elasticidad.
BRONQUIOS:
Los bronquios son tubos con ramificaciones
progresivas arboriformes y diámetro decreciente,
cuya pared está formada por cartílagos y capas
muscular, elástica y mucosa. Al disminuir el diámetro
pierden los cartílagos, adelgazando las capas
muscular y elástica.
BRONQUIOLOS:
Los bronquiolos son parte de las vías respiratorias en los pulmones. Están situados en el extremo de los bronquios, la ramificación más grande de las vías respiratorias en los pulmones.
ALVÉOLOS PULMONARES:
Los alvéolos son pequeños sacos circulares donde el oxígeno se intercambia con dióxido de carbono en la sangre. Estos pasajes se distinguen de los bronquios en que no contienen cartílago o glándulas. Son responsables de controlar la distribución del aire y la resistencia del flujo de aire en los pulmones.
PULMONES:
Estos órganos son los protagonistas del proceso de respiración, sin los cuales nada de esto sería posible. Están protegidos por la caja torácica y juntos forman uno de los órganos mas grandes de todo el cuerpo. Gracias a ellos, podemos destribuir el oxígeno e intercambiar gases con el medio externo, los elementos que forman tus pulmones están fuertemente unidos entre sí y tienen gran elasticidad.
BRONQUIOS:
Los bronquios son tubos con ramificaciones
progresivas arboriformes y diámetro decreciente,
cuya pared está formada por cartílagos y capas
muscular, elástica y mucosa. Al disminuir el diámetro
pierden los cartílagos, adelgazando las capas
muscular y elástica.
BRONQUIOLOS:
Los bronquiolos son parte de las vías respiratorias en los pulmones. Están situados en el extremo de los bronquios, la ramificación más grande de las vías respiratorias en los pulmones.
ALVÉOLOS PULMONARES:
Los alvéolos son pequeños sacos circulares donde el oxígeno se intercambia con dióxido de carbono en la sangre. Estos pasajes se distinguen de los bronquios en que no contienen cartílago o glándulas. Son responsables de controlar la distribución del aire y la resistencia del flujo de aire en los pulmones.
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