Después de que Nicholl, Barbicane y Ardan se quedaran en una órbita elíptica de la Luna, el 15 de diciembre les quedaban nada más que una barra y media de pan para comer y se estaban quedando sin agua.
Era de noche y decidieron irse a dormir...
De repente, llegó una nave, un tanto extraña.
Dentro, habían tres extraterrestres llamados Espiquinza, Lisíari y Romone.
Llegaron a la nave de Nicholl, Barbicane y Ardan, entraron y los vieron dormir plácidamente, entonces decidieron llevárselos a su planeta; El Planeta Picasus.
Era un planeta parecido a la Tierra, se diría que casi igual...
El trayecto duró media hora aproximadamente y...
¡Llegaron a Picasus!
Cuando se despertaron, estaban tumbados en una cama muy grande y llevaban unos vestidos muy chillones.
Alrededor de ellos, habían veintitrés seres muy extraños que se llamaban: Antioni, Muría, Manelo, Romone, Llonutan, Frinque, Espiquinza, Cristala, Mili, Solemé, Fátuca, Anioha, Mili Ánlle, Dácud, Martínez, Danilliel, Albore, Yis, Role, Pícale, Caniaro, Lisíari y Sóndrea.
Antioni se les acercó y les dijo:
-¿Qué sois?
Y Pícale le gritó:
-¡Son humanos CACHO PAVO!
Todos se echaron a reir...
-Veo que vosotros también habláis nuestro idioma. Dijo Barbicane.
-Sí, somos picasuensies, del planeta Picasus. Le contestó Espiquinza.
-¿Vosotros quiénes sois?
-Venimos del planeta Tierra, hicimos una expedición para ir a la Luna y nos quedamos en una de sus órbitas...
-Nosotros os ofrecemos comida y bebida hasta que vosotros queráis regresar a vuestro planeta.
-Muchísimas gracias. Contestó Nicholl.
-De nada. Le respondió Espiquinza.
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