lunes, 10 de marzo de 2014

PLATERO Y YO (SEGUNDO CAPÍTULO)


Cuando Platero y yo, entramos ateridos por la calleja, los niños pobres juegan a asustarse como si fuesen mendigos.
Después, se creen unos príncipes.
   -Mi pare tie un reló e plata.
   -Y er mío, un cabayo.
   -Y er mío, una ejcopeta.
El corro, luego. Una niña forastera, que habla con voz débil, sobrina del Pájaro Verde, canta entonadamente:
Yo soy laaa viudiiitaa
del Conde de Oréé...
¡ Sí, Sí. ! ¡Cantad, soñad, niños pobres!
Pronto, al amanecer vuestra adolescencia, la primavera os asustará, como un mendigo, enmascarada de invierno.
-Vamos, Platero...


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