Autor: Cuento Popular Mongol.
Resumen: Todas las mañanas, Nassan, un anciano de casi cien años, se levantaba muy temprano para contemplar el alba. Para él era un ritual y estaba convencido de que su longevidad se debía a esa costumbre. Nassan vivía en una tienda de tela y cuidaba de su ganado.
Un día cabalgando se encontró con un chico cabizbajo y triste, Nassan le preguntó que le ocurría, el joven le contestó:
-Me he quedado solo en el mundo y sin un techo donde cobijarse.
Nassan le preguntó que edad tenía y el joven contestó:
-Tengo doce.
Nassan le dijo que tenía toda una vida por delante y que aunque él no se diese cuenta, tenía tesoros muy valiosos y le propuso un trueque.
El chico asombrado le dijo que no tenía nada que cambiar.
Nassan le propuso al chico cambiar partes de su cuerpo,(un ojo, un brazo , una pierna..) por su rebaño de ovejas, su manada de caballos o la de camellos, el chico le gritó a todo ¡no!. Nassan riéndose le hizo ver que todo lo que él tenía era más valioso que todas sus posesiones.
- ¡tienes salud y juventud, tú eres el mayor tesoro!
El chico abrió mucho los ojos al darse cuenta y sintiéndose avergonzado le dio las gracias a Nassan.
Opinión: Me ha parecido una historia muy bonita. Y la verdad es que no nos hacen falta tantas máquinas ni tantos juguetes, lo que necesitamos ya lo tenemos: los brazos, las piernas, los ojos...
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