Una
crisis económica es una situación en la que se producen cambios
negativos importantes en las principales variables económicas, y
especialmente en el PIB (Producto Interior Bruto) y en el empleo.
Podemos
distinguir distintas grados de severidad de una crisis económica:
-Desaceleración:
se
produce cuando la tasa de crecimiento experimenta una reducción
sustancial, pero mantiene sin embargo un signo positivo. Por ejemplo,
la economía española creció en 2007 a una tasa del 3,7% y en 2008
pasó a crecer al 1,2%.
-Recesión:
esta situación implica que la economía
registre tasas de crecimiento negativas durante al menos dos
trimestres consecutivos (en comparación con el mismo trimestre del
año anterior). De acuerdo con esta definición, la crisis económica
que empezó siendo una desaceleración en 2008 se convirtió en
recesión a principios de 2009: España registró tasas de
crecimiento negativas en el cuarto trimestre de 2008 (-0,7%) y en el
primer trimestre de 2009 (-3%).
-Depresión:
este caso se produce cuando la recesión
tiene un carácter prolongado y las tasas de crecimiento negativas
son también muy elevadas. El caso histórico más conocido es el de
la Gran Depresión que experimentó la economía de Estados Unidos en
los años 30 del siglo XX, después del cracbursátil de 1929.
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